nadie que me ate,
no atarme a nadie ni a nada.
Una brisa que me lleve a una ciudad que no conozca,
o que me sepa de memoria, pero que me haga bien.
Un lugar que me haga bien y que me saque del encierro
o que me deje un poco resguardada pero me despeje.
Que me despeje y me traiga cosas dulces,
dulzor que me acoja y me proteja,
pero que no venga de vos.
No buscar que venga de vos,
al menos no buscarlo mañana.
Y quiero que los ojos se me escapen y no vuelvan por un tiempo,
que no vuelvan por un tiempo a buscar tus pupilas,
que salgan del estanque y vuelen en la búsqueda de un sol distinto.
Porque el sol siempre está, solo hay que querer encontrarlo.
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